Tomo café helado, camino por Parma con Bodoni hasta dar con la terraza indicada para almorzar una ensalada completa; completa en Parma incluye queso parmesano y jamón crudo de Parma.
De Parma también es la pasión por la bicicleta, las hay de todos los modelos y con todo tipo de ciclistas.
La ciudad es como el uso que Bodoni dio a su tipografía, centrada, prolija, clara, abierta.
Recorro el Muséo Bodoniano, allí me espera Luciana que gentilmente me muestra la sala y explica la disposición de las diferentes secciones. Hay ejemplares impresos por Giambatista, una replica de la prensa que utilizaba, cuños y punzones que esculpian caracter por caracter, hay también un olor particular y conocido, a papel, a madera, hay olor a historia.
La luz de la sala es natural, entra por viejas ventanas rebotando en el patio interior de la biblioteca del Palacio de la Pilotta, un edificio tan viejo como Parma, que hace de la luz una nube difusa y suave, inmejorable para descubrir cada caracter, cada palabra dispuesta sobre la página en blanco.
A los queridos y a los despreciados. A la mentira. Al amor. A los sueños. A los golosos del néctar ajeno. A los dolores y a los miedos. Al puré y a la gran dupla que son el escarbadientes y la mostaza. Al visitante y al huésped. Al ortiva. Al europeo. Al artista, al dibujante en su día. Al poeta....Milanesa sola.
jueves, 26 de julio de 2012
domingo, 15 de julio de 2012
De viaje
Un amigo me dice que este viaje es como un regalo que me hago, me gusta pensarlo como una celebración de la vida.
De viaje nos encontramos en la particular situación de no tener que resolver mas que lo inmediato, de ir paso a paso eligiendo derecha o izquierda, arriba o abajo, quietud o movimiento, conversación o silencio. De que todo sea sorpresa garantida. Y las coincidencias ya conocidas, en medio de las novedades, se convierten en sorpresa por estar fuera de contexto.
Cada viaje es una despedida y una bienvenida, cada dia cuenta, cada dia se celebra.
Escribo en una libreta una frase que leo de Tabucchi: "Oh, tocadora de arpa, si pudiera besar tu gesto sin besar tus manos!"; no hace falta seguir camino para dar con el arpa y su ejecutante, estas cosas pasan en los viajes. A los que viajamos buscando, encontramos.
Escribo en una libreta: Hoy acá la vida cobra vértigo.
Me rio, son las no me importa en no se que lugar de Italia, aunque podría ser Kioto o los Kárpatos, mientras leo viajo, mientras escribo viajo, mientras viajo celebro.
Silvina me presta su risa y su bici, recorro Fano asarosamente, vuelvo al Campari de vez en cuando, descubro nuevas palabras en mi boca, comparto un silencio con Ani, una exquisita ensalada de atun y una muzzarella de bufalo con oliva que ella prepara, le digo una palabra en Italiano y no es italiano ni nada, inventamos palabras para entendernos y acercarnos. Importa poco si su español es bueno. Funciona.
Mientras viajo celebro, llevo y traigo gente en mi equipaje, no busco nombrarlos, aparecen como un arpa.
De viaje nos encontramos en la particular situación de no tener que resolver mas que lo inmediato, de ir paso a paso eligiendo derecha o izquierda, arriba o abajo, quietud o movimiento, conversación o silencio. De que todo sea sorpresa garantida. Y las coincidencias ya conocidas, en medio de las novedades, se convierten en sorpresa por estar fuera de contexto.
Cada viaje es una despedida y una bienvenida, cada dia cuenta, cada dia se celebra.
Escribo en una libreta una frase que leo de Tabucchi: "Oh, tocadora de arpa, si pudiera besar tu gesto sin besar tus manos!"; no hace falta seguir camino para dar con el arpa y su ejecutante, estas cosas pasan en los viajes. A los que viajamos buscando, encontramos.
Escribo en una libreta: Hoy acá la vida cobra vértigo.
Me rio, son las no me importa en no se que lugar de Italia, aunque podría ser Kioto o los Kárpatos, mientras leo viajo, mientras escribo viajo, mientras viajo celebro.
Silvina me presta su risa y su bici, recorro Fano asarosamente, vuelvo al Campari de vez en cuando, descubro nuevas palabras en mi boca, comparto un silencio con Ani, una exquisita ensalada de atun y una muzzarella de bufalo con oliva que ella prepara, le digo una palabra en Italiano y no es italiano ni nada, inventamos palabras para entendernos y acercarnos. Importa poco si su español es bueno. Funciona.
Mientras viajo celebro, llevo y traigo gente en mi equipaje, no busco nombrarlos, aparecen como un arpa.
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