Afinando el lápiz se pueden ver muchas cosas, se puede encontrar lo que subterránea, lo que se esconde en la primera punta: redondeada, gastada y sin brillo.
Convivir con la angustia en las entrañas supura la mierda por algún lado.
Hay que buscar la manera, la eclosión, expandir el bullicio de esos mares para que no sean agua podrida y estancada. Para no terminar como un infeliz . Para ver lo bello.
Ni trampolín, ni obstáculo: camino.
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